Cuando nos referimos a implantes dentales, estamos hablando de una excelente innovación tecnológica que se constituye en la última opción, el último recurso para reponer un diente o una dentición que de otro modo ya se habría perdido, con todas las ventajas estéticas y funcionales que esto conlleva.
Incluso si comparamos los implantes dentales con otras opciones de odontología restaurativa empleadas para restituir piezas perdidas, vemos que sus ventajas son importantes.
Por ejemplo en comparación a una prótesis fija en la cual hay que hacer desgastes a las piezas naturales vecinas, los implantes representan una mucho mejor opción; y que decir de las prótesis o dentaduras removibles, o sea, las que se ponen y se quitan, pues la mayoría de los pacientes evidencia incomodidad y falta de adaptación a su uso.
Ahora bien, vamos a empezar con el recuento de estas cinco cosas que considero debes saber, si estás considerando someterte a un tratamiento con implantes dentales:
1. ¿Qué son los implantes dentales? Pues son, vamos a decirlo de esta manera, pequeños tornillos fabricados de aleaciones de titanio de altísima calidad, que se insertan por medio de una pequeña cirugía bucal, en los maxilares de una persona, es decir, en el hueso de la mandíbula o del hueso maxilar superior.
La idea, o mejor dicho, el objetivo, es que este tornillo y el hueso se peguen, se unan de manera íntima y fuerte, por medio de un proceso que se llama oseointegración.
Y que cuando esta se dé, ese tornillo pueda hacer las veces de la raíz de un diente, y entonces podremos fabricarle una corona, ya sea de porcelana, de Zirconio, o del material de nuestra elección.
Por cierto, corona se le llama a lo que se ve del diente, no hay que confundir el término con aquellas coronas metálicas feas que existían antes.
2. Los implantes dentales pueden llegar a perderse: así es, aún cuando un implante se haya oseointegrado (se haya pegado bien al hueso) correctamente, y funcionado bien durante un tiempo, puede llegar a complicarse, o incluso perderse, si los tejidos que lo rodean se enferman, esto es, si la encía alrededor del implante se inflama por falta de higiene, y no se atiende a tiempo.
Entonces se puede llegar a producir un problema llamado perimplantitis, en la cual se da una pérdida del hueso en que el implante dental está anclado, generándose un círculo vicioso en el cual la pérdida de hueso genera más inflamación en la encía, y ésta a su vez, produce más pérdida de hueso hasta que el implante se pierde.
Esto por supuesto es tratable si de diagnostica de forma temprana, y se interviene adecuadamente, por eso son tan importantes los controles periódicos con el odontólogo, por parte de los pacientes que han recibido implantes dentales.
3. Con los implantes dentales se pierde, en alguna medida la sensación de presión al morder: esto se debe a que los implantes van anclados directamente al hueso que los soporta, a diferencia de los dientes naturales los cuales tienen un ligamento que los une al hueso, llamado ligamento periodontal, el cual actúa como un amortiguador natural, dándole al aparato masticatorio, la sensación de presión al morder.
Esto se pierde bastante con los implantes dentales, pues su contacto directo con el hueso, y la ausencia del ligamento mencionado, hace que no se distinga con certeza, que tan fuerte se está mordiendo algo; sin embargo, con el uso y la experiencia, los pacientes logran acostumbrarse a realizar esta función con total normalidad.
4. ¿Harán mis implantes dentales, que suenen los controles de seguridad en los aeropuertos?
La respuesta es no. No te preocupes, tus implantes dentales no activarán ningún control de metales de seguridad aeroportuaria.
Y en cuanto a los controles de rayos X o software de imágenes de seguridad, los implantes dentales son aditamentos tan pequeños, y localizados en una región anatómica evidente, que los oficiales de seguridad, están entrenados para no considerarlos como una potencial amenaza a la seguridad de nadie; y algo que no requiere revisiones adicionales de seguridad.
Por lo que puedes viajar tranquilo con tus implantes dentales, sin la preocupación de que te harán pasar un mal rato, o perder tu valioso tiempo en los aeropuertos.
5. Por último, pero no menos importante, los implantes dentales deben recibir una higiene muy meticulosa, y controles profesionales periódicos: una vez rehabilitado con implantes dentales, el paciente debe adquirir el compromiso de cuidarlos con mucho esmero, pues si se enferman, el proceso de tratamiento es complicado.
Para ello, la fórmula de cuidado, es prácticamente la misma que para dientes naturales: uso de seda dental, buena técnica de cepillado, enjuague bucal de uso diario, y tus visitas al odontólogo para una buena limpieza y mantenimiento.
Y si se llegan a perder, la pérdida de hueso asociada suele ser muy grande, dejando un cuadro difícil para intentar una nueva rehabilitación.
Por ello, repito: los hábitos de higiene en casa y las visitas a consulta odontológica de control son importantísimas en esta situación.